Se cierra la niebla. Agudizados oídos sangran cantos de sirena.

miércoles, 21 de agosto de 2013

Refranes.

      Quinta columna de opinión publicada en AlbaceteCapital.es desde el miércoles 21/08/13 hasta el martes 27/08/13 en el siguiente enlace:

http://albacetecapital.es/aire-plateado-mercurio-garcia-iris/

      El miércoles 28/08/13 se actualiza el sitio anterior con la columna Viajes literarios y reales.

      Se archiva a continuación el texto íntegro de Refranes en esta entrada a sábado 31/08/13:

Refranes.

Introduciré el tema con la definición del mismo tras consultar el diccionario Anaya de la Lengua de 1991 coordinado por Georgina Villanueva. Refrán: (Del fr. refrain = estribillo < lat. frangere = romper, fragmentar) s.m. 1. Dicho o sentencia popular y anónima que expresa una enseñanza de validez general [donde fueres haz lo que vieres]. ││ 2. Tener refranes para todo o tener muchos refranes. Tener una respuesta airosa en toda ocasión, saber salir del paso con una buena contestación. FAM. Refranero.
Los refranes, frases hechas por la tradición de un pueblo, de una gente, herencia cultural que alberga en su seno enseñanzas de nuestro pasado cristalizadas en su estructura semántica. Hay tantos y tan variados que llegan a existir dos refranes que dicen justo lo contrario o en una segunda reflexión se distinguen choques entre los mismos. Ejemplos de refranes que se contradicen: por un lado hombre refranero, hombre majadero y su contrario hombre refranero, medido y certero. También hay de los que en una segunda vuelta se puede encontrar roces: en tus apuros y afanes, acude a los refranes contra hay más refranes que panes; y cuando no tengo pan, pido consuelo a un refrán. Las fricciones que aquí veo son que el acomodarse con un refrán no resuelve el apuro mayor del hambre. Entierran la capacidad de pensamiento en unas verdades populares que ciegan con consuelos la posibilidad de superarse y mejorar con el esfuerzo de tu mente ahora. Cuando tratas un tema y te apalancas con un refrán, estás sepultándote en lo ya convenido, . Y si estamos mal, ¿porqué no cambiar? ¿Porqué seguir una y otra vez aplicando las mismas soluciones a los problemas dando vueltas alrededor? ¿Porqué conformarse con seguir lo convenido? Está bien conocer nuestro pasado, tradición y saber popular cimentado en unas circunstancias históricas, sociales, económicas y culturales para identificar nuestra realidad con sus pros y sus contras y así, con estos elementos y nuestra capacidad de pensar e imaginar inventar nuevos modos de resolver los problemas. En la misma definición introductoria tenemos un refrán: donde fueres haz lo que vieres. Imitar lo acostumbrado. Ya se sabe que la letra con sangre entra,  así que si vamos a un sitio donde lo acostumbrado es pegarle un palo a un niño con dislexia por no entender una lección hasta que sangre, ya estamos tardando en buscar un botiquín para curarle. En este caso el problema no está en insistir con violencia para enseñar a leer, sino en el profesor que ignora la dislexia del niño y en vez de tratarla, ni se molesta en ello porque sigue ese refrán, fuente de verdad popular, que impide el aprendizaje. Más vale maña que fuerza habría que aplicar, ¿no? Pero claro, ¿cuándo es mejor usar un refrán u otro?¿Cuál tiene más valor? Así nos encontramos cien refranes, cien verdades.
Cada una de estas fuentes de saber, están condicionadas por unas circunstancias de nuestro pasado. Son útiles porque nos enseñan a partir de una experiencia histórica atesorada en la tradición popular. Analizarlos y comprenderlos conlleva reflexión y uso de pensamiento nuevo, incluso a redescubrir la chispa que les da vida y comprendiendo su razón y contexto podemos aislar su esencia y usarla para encontrar una nueva forma de pensar que se aplique mejor al problema que tratemos. Con esto afirmo que son joyas culturales y bien empleadas nos sirven mucho más que si nos dejamos cegar por su brillo ya sea por nostalgia o pereza.

Mi parecer sobre los refranes es guardarlos con respeto y ojo crítico para dejar espacio al pensamiento nuevo  que nos haga avanzar.

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